El pasado viernes, un joven de 20 años llamado Adam Lanza se internó en un colegio de Connectictut, en Newtown, a apenas unos 100km de la ciudad de Nueva York, y emprendió una brutal masacre acabando con la vida de 27 personas.
El asesino llevaba consigo varias armas de fuego, e iba provisto de un chaleco antibalas. Adam Lanza inició un tiroteo que acabó con la vida de 20 niños de entre 5 y 7 años, y 6 mujeres que se encontraban en el colegio, cuyos cuerpos corresponden a 3 profesoras, una psicóloga, y la directora del centro. También encontraron fallecida a la madre del tirador en su casa, dejando un total de 27 víctimas.
El joven se suicidó cuando oyó entrar a la policía.
El forense ha dado una rueda de prensa recientemente en la que afirma que todas las víctimas presentaban varios disparos, y que sin duda, era el crimen más monstruoso de los que él mismo ha llevado a cabo las autopsias.
Obama ha viajado a la localidad de Newtwon para apoyar a los familiares de las víctimas, y se le vio muy afectado por el terrible suceso. Tras otra de tantas matanzas, se ha reabierto el debate sobre el endurecimiento de la ley de armas en Estados Unidos, y una senadora demócrata, Dianne Feinstein, ha afirmado que propondrá en el Senado una ley que prohíba la posesión de armas de asalto, ley que no impedirá la tenencia de armas cortas como las pistolas, el arma más común en los hogares americanos.
¿Cuántos asesinatos más harán falta para la modificación de la ley?, o mejor dicho, ¿cúantas matanzas en colegios, universidades, e institutos…?
